jueves, 3 de abril de 2014

PERIODO DE 1910 A 1920

La Revolución Mexicana (1910-1920)

José de la O Bamaca
Porfirio Díaz -su nombre completo José de la Cruz Porfirio Díaz Mori- gobernó México durante 31 años, reeligiéndose  desde 1877 a 1911, solo interrumpido en 1880-1884, cuando permite que su compadre Manuel González tome la presidencia.  En  estos cuatro años, Díaz realiza alianzas para volver más fortalecido al poder acompañado de un grupo pequeño que le funcionó en esas tres décadas de gobernante (esto es precisamente lo que es una oligarquía, un grupo reducido ejerciendo el poder supremo, contrario a lo que sería la democracia)
La historia ha enseñado que para gobernar tantos años una nación,  se requiere carisma, saber negociar y conciliar. Pero también se requiere de fraude, violencia y represión contra aquellos opositores al régimen que quiere perpetuarse. En el caso del México  de 1910, el pueblo experimentó todos estos rasgos; vivió momentos de la llamada paz Porfiriana, con progreso, lo que se reconoce; sin embargo, vio corrupción y privilegios para unos cuantos en el poder, la mayoría experimentó marginación y pobreza extrema. También los grupos políticos opositores al Porfiriato fueron silenciados con persecución, cárcel y muerte. El pueblo se cansó de la situación económica tan miserable que sufría   y de tantos años del mismo  gobierno, donde el triunfo y el juego electoral solo se repetían  en la figura del general Porfirio Díaz y su grupo selecto.
No obstante, la Revolución Mexicana como cualquier hecho histórico no se da en el vacío, para comprenderla mejor, me permitiré hacer un breve recorrido por los principales acontecimientos que antecedieron a la Revolución, que en este año se está festejando un Centenario.
Antecedentes de la Revolución
Recordemos como dato curioso que el 16 de septiembre de 1910, Porfirio Díaz festejaba el Centenario de la Independencia con gran esplendidez y alarde, lo que son las cosas. Y ahora nosotros festejamos el Centenario de la Revolución que lo derrocó.
México sufrió una serie de guerras y luchas tanto internas como externas durante los cien años antes de la Revolución,  veamos:   1) Se da  la Guerra de Independencia (1810-1821), después del vasallaje terrible de 300 años de ser  colonia española, con  todo lo que eso representó contra los pueblos nativos y el pueblo en general. Cabe mencionar que es hasta 1836 cuando España y la Santa Sede reconocen la independencia de la nación.  2) Sin poder consolidarse, la nación independiente, sufre una lucha interna cruel e irreconciliable entre liberales y conservadores, que dura décadas, su punto máximo es la Guerra de los Tres Años 1857-1860, con un presidente conservador en la Ciudad de México y un presidente liberal en Veracruz.    3) En 1938 México experimenta  la primera  guerra de intervención extranjera  con Francia debido al reclamo de un francés restaurantero, que vivía en la Ciudad de México, y pidió una indemnización de 60 mil pesos, por ser agraviado por  algunos oficiales del Presidente Santa Anna, que consumen y salen sin pagar la cuenta y al parecer hacen otros agravios (por eso a esa invasión se le conoce como la Guerra de los Pasteles, qué caray)  4) En 1862 el Gobierno francés invade por segunda vez al país, por la falta de pago a la deuda e imponen con el apoyo de los conservadores mexicanos, un emperador (en 1864) que es Maximiliano de Austria quien en 1867 es fusilado, junto con Miramón y Mejía, en el cerro de las campanas.  5) La joven nación con un extenso territorio no logra administrar y controlar sus provincias y Texas se independiza “ayudado” por el gobierno de EEUU, claro.  6).  El 12 de mayo de 1846 el Presidente norteamericano James Polk declara la guerra a México con el propósito expansionista de ganar más territorio, lo cual lo consigue a la brava y se lleva más de la mitad del país. Aunque le pagó a México la cantidad de 15 millones de pesos; bueno, pa’ que no digan, of course.   En fin nuestro  país quedó sumamente desgastado y endeudado, con una economía débil y una población muy empobrecida. Es notable la inestabilidad después de la Independencia y todos los años que le siguieron, más todo lo que el porfiriato contribuyó con su oligarquía, que sólo benefició a un grupo pequeño, en detrimento de la gran mayoría.
Estalla la Revolución
Llegamos al siglo XX, 1900, con una supuesta paz nacional y un progreso que la garantizaba.  La llamada pax porfiriana, una paz que supo mantener, a veces, negociando y otras con “garrote”.
Como todo poder que se vuelve absoluto y despótico el General Díaz se negó a reconocer y atender las demandas populares que clamaban justicia, y ante la falta de oídos y ojos, el pueblo  acumuló mucho odio y molestia contra su gobierno y contra los hacendados y caciques que eran los explotadores directos. Así, grandes masas de campesinos empobrecidos y una clase obrera emergiendo con vigor que reclamaban derechos laborales y sociales básicos fueron reprimidos, asesinados e igual suerte corrieron sus defensores.
Recordemos  los tres grandes conflictos laborales de ese momento: 1) En 1906,  la huelga textil de Río Blanco, Veracruz, reprimida fuertemente, concluyó en una matanza de obreros. 2) En 1907, la huelga minera de Cananea, Sonora disuelta con violencia y muertes. 3) En 1908, el movimiento de obreros ferroviarios en Chihuahua, no es escuchado en sus demandas y es reprimido, igualmente.
Injusticia social a los trabajadores obreros y campesinos por los amos y caciques explotadores (otro ejemplo, las tiendas de raya, que los endeudaba con el patrón, de por vida) aunado a la grave crisis económica que afectaba cada vez más a la mayoría, aumentó  la fuerza  del Estado contra los reclamos populares. ¿Qué le quedaba al pueblo, cuál era el camino que le dejaban, qué opción? La crisis fue múltiple, se tornó grave. Todo esto era la agudización de las causas para un levantamiento masivo, capitalizado por líderes naturales regionales, intelectuales e ideólogos.
En ese sentido, se levantan voces proféticas valientes, líderes como los hermanos Jesús y Ricardo Flores Magón, Camilo Arriaga, Francisco I Madero, Aquiles Serdán, Juan Sánchez Azcona, Venustiano Carranza, Luis Cabrera, Antonio Díaz Soto y Gama, y otros más que con gran conciencia política y social, permearon el ambiente de ideas y proclamas que concientizaron y politizaron a muchos mexicanos. Periódicos como   Regeneración, el Antirreeleccionista, el Renacimiento y el Demócrata; asimismo, los clubes Antirreeleccionista y la fundación misma de partidos como el Liberal y el Antirreeleccionista abonaron fuerte a la causa revolucionaria.
Francisco I Madero lanza el famoso Plan de San Luis, fechado el 5 de octubre de 1910, donde hace el llamado para que “el día 20 de noviembre, desde las 6 de la tarde en adelante, todos los ciudadanos de la República tomarán las armas para arrojar del poder a las autoridades que actualmente gobiernan”, cabe resaltar que los principios fuertes y firmes eran: Sufragio Efectivo no Reelección. Los ideales, pues, eran democráticos.
Ante este llamado, da inicio la Revolución y surgen las figuras de Emiliano Zapata en el Sur (Morelos, específicamente), que combaten bajo una postura agrarista, lanza el Plan de Ayala. Francisco Villa en el norte, organiza su ejército, de ésta manera se generaliza la lucha armada y el Presidente Porfirio Díaz renuncia y sale huyendo a París, Francia, en mayo de 1911. Al derrocamiento, Fco. I Madero es electo como el primer Presidente de la Revolución. No obstante, sigue la inconformidad de Zapata que ve que la derrota del General Díaz no es suficiente y surge también el levantamiento armado de Pascual Orozco.
En febrero de 1912 Madero es traicionado y asesinado junto con su Vicepresidente  José Ma. Pino Suárez por tropas  del General Victoriano Huerta. Toma el poder el mismo Huerta y se levanta la inconformidad en el norte con don Venustiano Carranza, Villa, Obregón, Orozco y en el sur se mantiene Zapata y se da una fuerte lucha de facciones, donde da la impresión que se dan todos contra todos.
Por era necesario convocar a todos los Generales para una macro reunión lo que desemboca en la Convención de Aguascalientes el 1° de octubre de 1914.
La nación va tomando rumbo y se llega al triunfo del Constitucionalismo, con su líder máximo don Venustiano Carranza, que las diferentes facciones aceptan la Constitución de 1917 y se da una Ley máxima para la Nación.
Es hasta 1920 cuando el país tuvo una transformación y se inicia la consolidación del Estado Mexicano. Lo cual se puede decir con firmeza que termina la Revolución Mexicana. Y ahí nos queda toda la enseñanza de la historia. Conmemoremos así el Bicentenario.

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