jueves, 3 de abril de 2014

Bases y Fundamento de la Politica Educativa

Educación, enseñanza y escolarización: una 
aproximación a sus fundamentos antropológicos 

Desde la perspectiva del pensamiento complejo, la
educación, y más precisamente <lo educativo>; es un
fenómeno complejo, por cuanto alude a las múltiples
dimensiones del fenómeno humano. Por ello, todo intento
por demarcar los límites de la noción de educación pasa por
preguntarse por el sentido de lo humano, lo que nos lleva a
preguntarnos por el fundamento antropológico del fenómeno
educativo. En este sentido, compartimos la perspectiva
teórica que señala que lo humano no se define a partir de una
simple enumeración de rasgos individuales o sociales
aislados; como serían su anatomía, fisiología, psicología,
afectividad o racionalidad. Menos aún, destacando sólo su
capacidad de generar lenguajes (y lenguas), sociedad (es) y
cultura (as). Por el contrario, lo humano es un fenómeno
unitario y diverso a la vez. Como señala Morin (1999), existe
una unidad humana y una diversidad humana inseparable, la
unidad no está solamente en los rasgos biológicos de la
especie Homo Sapiens, ni la diversidad en los rasgos
psicológicos, culturales y sociales del ser humano. Existe en
consecuencia una diversidad propiamente biológica en el
seno de la unidad humana; no sólo hay una unidad cerebral
sino mental, síquica, afectiva e intelectual.
Del mismo modo, las culturas y las sociedades más
diversas presentan principios generadores u organizadores
comunes. Lo anterior se puede sintetizar señalando que es la
unidad humana la que lleva en sí los principios de sus
múltiples diversidades. En consecuencia, comprender lo
humano, es comprender su unidad en la diversidad, su
diversidad en la unidad. Dado lo anterior, le correspondería a
la educación del futuro ilustrar este principio de
unidad/diversidad en todos los campos de lo humano:
individual, social y cultural.
En este sentido, compartimos lo planteado por Morin
(1999) en cuanto a que la educación del futuro (y por
consiguiente la actual) deberá ser una enseñanza primera y universal centrada en la condición humana: “Estamos en la
era planetaria, una aventura común se apodera de los
humanos donde quiera que estén (...). Estos deben
reconocerse en su humanidad común y, al mismo tiempo,
reconocer la diversidad cultural inherente a todo cuanto es
humano (...) conocer lo humano es, principalmente, situarlo
en el universo y a la vez separarlo de él (...) interrogar
nuestra condición humana, es entonces interrogar primero
nuestra situación en el mundo” (Morin, 1999:23). En este
planteamiento se puede reconocer uno de los desafíos a los
que deberá responder la educación del futuro (y en la
actualidad), esto es, contribuir desde su ámbito al desarrollo
de un tipo de conocimiento que permita articular las diversas
dimensiones de lo humano, y proyectarlas a la sociedad en
pos del desarrollo de un tipo de educación que hunda sus
raíces en el carácter “triunitario” de la condición humana, a
saber:



La tríada conceptual antes indicada, expresa
gráficamente el hecho de que los individuos son el producto
del proceso reproductor de la especie humana, pero este
mismo proceso debe ser producido por dos o más individuos
(Sociedad). Las interacciones entre individuos producen la
sociedad y ésta, que certifica el surgimiento de la cultura,
tiene efecto retroactivo sobre los individuos por la misma
cultura (Morin, 1999:27). Como el autor lo señala
claramente, no se puede absolutizar ninguno de los términos
de este bucle o de este rizo recursivo. Cada uno de dichos
términos es simultáneamente medio y fin: son la cultura y la
sociedad las que permiten la realización de los individuos y
son las interacciones entre los individuos las que permiten la
perpetuidad de la cultura y la auto-organización de la
sociedad.
Sin embargo, podemos considerar que la plenitud y la
libre expresión de los individuos-sujetos, constituye un
propósito ético-político, a la vez que es la finalidad misma

INDIVIDUO    -----     SOCIEDAD    -----    ESPECIE 

La educación y los sistemas educativos desde la 
perspectiva de la Ciencia Política 

Considerando que el propósito de esta reflexión es
poner de manifiesto algunos de los supuestos significados
sociales atribuidos a la educación en el marco de las políticas
educativas que actualmente se implementan en Latinoamérica
y especialmente en nuestro país, utilizaremos algunas
herramientas conceptuales y metodológicas provenientes de
la Ciencia Política, las cuales permiten comprender,
interpretar y pronosticar la evolución probable de la realidad
educativa en nuestro País (Pedró & Puig, 1998). Como una
forma de clarificar qué elementos teóricos de la Ciencia
Política han sido tomados en el presente análisis realizaremos
las siguientes distinciones conceptuales:
Ciencia Política: Es un disciplina científica que tiene
como objeto de estudio <la política> en general (el
fenómeno político en cuanto tal). Desde esta perspectiva, esta
disciplina entrega herramientas teóricas y metodológicas que
permiten comprender e interpretar de mejor forma la realidad
política de una sociedad.
Política Educativa: Es la Ciencia Política aplicada al
caso concreto de la educación, es decir, constituye la
reflexión teórica sobre las políticas educativas, en tanto
políticas públicas.
Política(s) Educativa(s): Son cursos de acción
específicos, adoptados por una autoridad pública con
competencia en el ámbito educativo y que se dirigen a
resolver una determinada cuestión educativa. Las políticas
educativas son en consecuencia políticas públicas, en tanto
son el resultado de la actividad de una autoridad pública en el
sector educativo (Pedró & Puig, 1998:22). Desde esta
perspectiva de análisis este tipo de políticas, tienden a ser
múltiples, diversas y alternativas (ver figura Nº1). A partir de
ésta, podemos sostener que el primer aporte que hace la
Ciencia Política al estudio del hecho educativo es estudiarlo
como un fenómeno humano complejo donde se expresan de

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